(Amanita Caesaria)
Antes que una seta, la amanita cesárea es un mito para iniciados. Es la seta que comían los césares, la que elegían aquellos dioses humanos que se podían antojar cualquier otra de entre todo el suculento reino de los hongos. De nombre científico Amanita caesarea, es considerada un producto selecto por esa suerte de prestigio mitológico, por su belleza fascinante y por su excelencia gastronómica. También por lo esquiva que es. Para encontrarla, se necesitan auténticos detectives.
De 8 a 20 cm. de diámetro. Primero ovoide ( sale de un huevo) luego convexo y al final plano con el borde estriado. Cutícula fácil de separar, lisa untuosa, de un llamativo anaranjado vivo, a veces con fragmentos membranosos de la volva blanca.
Cilíndrico, grueso, bulboso, hueco y relleno de una sustancia lanosa, de color amarillo. Separable, con anillo amplio, frágil, membranoso, estriado del mismo color que el pie. En su base una amplia volva blanca, gruesa, membranosa y elástica.
Láminas apretadas, numerosas, con lamélulas, libres, de color amarillo huevo.
Con anillo y volva en saco.
Espesa, firme, tierna, blanca, amarilla bajo la cutícula. Sabor de nuez, dulce y olor débil agradable, aunque cuando envejece huele a huevos podridos.
Blanca
De primavera a otoño en claros de castaños, encinas, robles y jaras.
Comestible excelente y muy buscado desde la época de los Césares romanos.
(Lactarius Deliciosus)
De 4 a 15 cm de diámetro. Convexo algo deprimido en el centro, con el margen enrollado. De color rojo anaranjado , multizonado hacia el margen. Superficie pruinosa y viscosa en tiempo húmedo.
Cilíndrico atenuado en la base. Hueco, granuloso y cascante, de color similar al sombrero, con fosetas de color más intenso
Láminas decurrentes, ahorqilladas hacia el pie, con lamélulas. De color anaranjado que se manchan de verde al roce
No tiene.
Gruesa, compacta, granulosa y cascante. Blanca, aunque vira rápidamente al naranja con abundante látex del mismo color, de olor agradable y sabor un poco acre, resinoso.
Crema amarillento
Bajo pinos en suelos de neutros a calcáreos. En otoño y principios de invierno, generalmente. En la última salida lo encontramos bajo arbustos de lavanda.
Buen comestible de joven.